Día Internacional de la Convivencia en Paz

¿Qué se te viene a la mente con la palabra «paz»? Tal vez la percibas como lo opuesto a la guerra y a la ausencia de conflictos, lo que es técnicamente correcto. La Real Academia Española la define como: «Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países» o «relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos.» Sin embargo, la convivencia en paz implica mucho más que eso.

 Este día fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para movilizar regularmente los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la paz, la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad. En otras palabras, no celebra el simple hecho de que no haya conflictos armados sino que su propósito es hacernos recordar cómo es responsabilidad de todos mantener dicha paz.

 En estos momentos es difícil tratar de imaginar algo como la paz, tanto en el mundo como en nuestro país. Según el Índice de Paz México (IPM) 2020, el nivel de paz en México se ha deteriorado 27.2% en los últimos cinco años debido al incremento a los niveles de violencia y crímenes relacionados con la delincuencia organizada. Y ahora además de eso estamos haciendo frente a una pandemia global que amenaza la salud y la situación económica de millones de mexicanos. Es abrumador. Puede que nos lleve a pensar «Yo no puedo solucionar todo esto, ¿cómo se supone que haga el fomento de la paz cuando así de mal está la situación?» Sin embargo, el que como individuos no podamos encontrar la cura para la pandemia o disminuir los índices de violencia en el país no significa que no podamos ser impulsores de paz. Debemos tratar de cambiar la noción de que solo los políticos o grandes empresarios son los que dirigen la situación en el país, porque si no lo hacemos estamos expuestos a cometer uno de los errores más grandes que puede cometer una sociedad, el subestimar el impacto que los actos individuales en conjunto tienen a grande escala.

 La promoción de la paz puede surgir de acciones tan pequeñas que se pueden realizar en casa como llevar una buena relación con las personas que viven con nosotros, informarnos sobre distintos puntos de vista para intentar comprender en lugar de atacar a aquellos que piensan diferente a nosotros en redes sociales, ayudar a pequeñas empresas/negocios locales que se encuentren en situaciones vulnerables, o incluso simplemente escuchar a un amigo cuando se sienta desanimado. La convivencia en paz no solo se trata de evitar conflictos, se trata de construir activamente ese sentimiento de comunidad y tolerancia con los que se encuentran a nuestro alrededor.

Ahora más que nunca necesitamos adoptar una postura de empatía y solidaridad, por más desalentador que parezca el futuro solo lograremos avanzar mientras estemos unidos. La convivencia en paz no es algo estacionario, es algo que requiere de constante impulso, tanto entre países a la escala internacional como de individuos en una sociedad.

 Referencias:

https://dle.rae.es/paz

https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-de-la-convivencia-en-paz

https://www.indicedepazmexico.org/ 

Natalia Patiño

Natalia Patiño es voluntaria que realiza su Servicio Social con Líderes Ciudadanos. Es estudiante de Derecho del Tecnológico de Monterrey.

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