TE EXTRAÑO
Escrito por: Marciano S
Querida amiga:
Hace tanto tiempo que no nos vemos, pienso que eres como un sueño, aún recuerdo verte a los 14 rompiendo todo a tu paso, no sé exactamente lo que pasaba por tu cabeza, pero sin duda tengo reconocer la fuerza con la que te rebelaste al mundo. No puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo.
¿Recuerdas cuando íbamos en primero de secundaria? Lo que pensé al verte fue: que persona tan bonita, ojalá pueda ser su amiga. Por donde sea que pasaras te robabas las miradas de los niños, claro que no era lo favorito de las niñas pues solo te maldecían a cada paso que dabas.
Es gracioso como a esa edad nos preocupábamos de cosas que eran tan superficiales solo nos dañaban y carcomían el alma. Sin embargo, cuando llegué a conocerte mejor me di cuenta del tormento que llevabas, me costo mucho lograr que te abrieras conmigo y cuando por fin lo hiciste, no parabas de hablar.
Extrañabas a tus amigos con los que habías convivido por 9 años, todo lo que cuentas era ideal, pero me temo que no habías visto la vida con tal realidad como en esta escuela, pues aquí no hay solo 22 en un salón, sino que hay 40, las butacas no son lindas y los baños son realmente horribles.
Todos los niños de 3ro que querían estar contigo para poder saber si corrían con suerte y así deslizar su mano bajo tu uniforme, no me sorprende, aquí todos los niños hablan sobre el número de niñas con las que lograban hacerlo y se inventaban chismes de lo que hacías con ellos.
En los baños se escribía tu nombre con una infinidad de insultos y tu solo llorabas al verlos, te ponía triste saber que así todas las niñas pensaban de ti. Pero no te juzgo ¿a quien no le duele un insulto de ese tamaño?, las cosas iban cada vez peor, creía que pronto desaparecerías.
Un día sin razón alguna no llegabas al salón, pero pronto alguien grito: “¡María se cortó el cabello, ¡como niño!”, debiste ver las expresiones y los comentarios que se hacían a cada minuto, cuando por fin llegaste al salón, todos estaban ahí, en silencio, siendo espectadores de cada movimiento.
Te quitaste el gorro y ahí estaba, tu nueva imagen que hacia a todos morir maldecir y ponerse triste, pero tú, lucias aliviada y seguiste como si nada, no falto la profesora que habló contigo, ¿Qué había de malo en aquella acción? Era solo cabello, volvería a crecer. No me sorprendía un pensamiento conservador con su edad.
Me parecía maravilloso cuando cortaste tu cabello para detener el acoso, para apartarte de los demás, supiste como detenerlo, todos ahí eran tan superficiales así que no había nada más fácil que enseñarte así, sin ningún rastro de “belleza”, no le debías a nadie una explicación ni mucho menos, solo empezar a lucir más como tú.
El único insulto que recibiste por esa acción fue “estas locas”, pero pareció no importarte en lo absoluto, todo lo que hiciste fue reír y ahí sí, eras una loca. Querida amiga, gracias por revelarte contra lo que yo creía imposible, por mostrarle a los jóvenes lo mucho que vale el “amor” que tenían por ti. Te extraño con todo mi corazón.
PD. Espero poder verte pronto, he cortado mi cabello que ahora te recuerdo cada vez más.
Con mucho cariño, Sofi.